Buenas tardes a todos y a todas,

Yo estoy hoy aquí por amistad y por tener una amiga masona.

Cuando hace unas semanas se me invitó a esta tenida blanca para celebrar el décimo aniversario de vuestra logia, me sentí inmensamente feliz de poder compartir con mi sister un pedacito de su vida como masona, la cual me consta tiene un destacado e importantísimo papel en su trayectoria vital.

La dicha fue total cuando, además, me propuso intervenir en la misma, compartiendo con todos vosotros reflexiones e impresiones sobre un tema o idea que le pedí que me ayudara a concretar. Esa invitación a participar activamente es para mí una muestra más de los lazos de amistad que nos unen y que nos distinguen de las amistades puntuales y que todos tenemos en algún momento de nuestro camino.

Y es precisamente tomando consciencia de esa distinción entre amistades y categorías, que decidí haceros hoy partícipe de lo que es para mi la amistad, tomando como referencia a mi querida amiga y como contexto su condición de masona.

Lo dicho, yo estoy hoy aquí por amistad y por tener una amiga masona.

No importa el espacio temporal o el tiempo espacial que haya entre dos amigos. Cerca o lejos, un amigo siempre va contigo donde tú vas, a veces hace falta sólo unos minutos de conversación digital para reanudar ese vínculo que había hibernado porque dejó de ser prioritario en un momento dado de nuestras vidas.

De hecho, diría que las amistades saben de regresiones y en alguna ocasión el nexo entre personas es tan brutal que se podría decir que esa amiga fue en otra vida tu hermana o madre. Por eso digo que mi amiga es mi sister y por eso creo firmemente en la filosofía sudafricana Ubuntu, que hace referencia a la conexión existente entre unos y otros y que en zulú significa «una persona es una persona a causa de los demás” o lo que es lo mismo: «Yo soy porque nosotros somos».

Creo, pues, que la amistad no sólo sobrevive a nuestras vidas presentes, sino que actúa como hilo conductor entre unos y otros para llegar a ser un somos: un todo.

De hecho, si prestamos atención a una definición amplia de Ubuntu, podríamos observar que los masones tenéis un poco de Ubuntu. Es decir, tenéis una forma de pensar y de hacer abierta y disponible para los demás, respaldáis al otro y no os sentís amenazados cuando vuestro hermano o hermana es bueno en algo, porque sabéis que pertenece a una gran totalidad y que sus conocimientos suman, nunca restan. O como diría mi amiga el tú y el yo hacen un nosotros que es más que la suma de sus partes.

Recuerdo exactamente cuándo sister me dijo que era masona. Estábamos escribiéndonos a través de skype. Hacía muchos años que nos habíamos perdido la pista. Nuestras vidas habían cogido rumbos distintos que la tecnología se encargó de volver a entrelazar, aunque nuestras almas nunca dejaron de recordarse.

Pues bien, cuando ya habíamos rememorado nuestra época de jóvenes veinteañeras en Barcelona, llegó el momento de las confidencias. Fue entonces cuando me preguntó si estaba sentada para seguidamente anunciarme que era masona. Reconozco que en ese momento dudé si eso era bueno o malo, es decir, si era perseguido o no por el establishment de este país. Nadie más que vosotros comprenderéis que el halo de misterio y secretismo mal entendido que ha rodeado a la Masonería, provoca dudas y sentimientos contrapuestos hacia la misma.

La amistad implica interés por todo lo que hace o piensa tu amigo y es así como empecé a conocer un poquito que significa esto de ser masón. En mis posteriores visitas a Madrid, más allá de compartir conversaciones de madrugada, un vinito en Lavapiés o un musical en la Gran Vía,  sister me hacía partícipe, de manera muy natural, de su vida como masona; como ella misma dice “hasta donde la lluvia le permite” y esto es algo así como “lo que se puede contar”. Pero intuyo que lo que no se “puede contar” no es porque pertenezca a una suerte de terrible secreto, sino porque tiene que ver con vivencias personales, cargadas de intimidad. Es como si le preguntáramos a un católico que significa Dios para él/ella. Es una pregunta que no hacemos porque entendemos que pertenece al plano de lo estrictamente íntimo y personal. Cuando un amigo o amiga nos dice. “Amo a tal o cual persona” no se nos ocurre preguntar cómo es ese amor y sobre que pilares se apoya porque entendemos el amor como un todo en el que cada cual entiende sus partes a su manera. Apareció entonces un nuevo vocabulario para mí: iniciación, tenida, plancha, aprendiz, maestro, ágape, mandiles…. Reconozco que en alguna ocasión me pregunté de donde podían sacar tanta energía los masones para escribir, cocinar, leer, reflexionar, atender las tenidas…sin dejar obviamente los deberes del día a día y de cuidar de los suyos con amor, mucho amor.

Ciertamente, muy pocas personas saben que es la Masonería o ser Masón. Cantan de oído pero no conocen la letra. Sin ir más lejos el otro día aproveché una cena de amigas para preguntarles que sabían de vuestra fraternidad y volvieron a salir a flote opiniones que seguramente pensáis que están superadas. Que si es como el Opus Dei, que si dicen que practicáis ritos extraños, que si os creéis superiores, que si sois una poderosa red de contactos con políticos y empresarios de renombre, que si maquináis contra la iglesia, que si un largo etcétera. Sólo una de mis amigas hizo incidencia en vuestra curiosidad por aprender, alimentar el intelecto y mejorar a las personas y al mundo a través de la reflexión y el trabajo personal.

Por deformación profesional, diría que os podría ir bien desarrollar una campaña de imagen y posicionamiento que permita revisar y romper con los estereotipos. En otras palabras, abrirse un poquito más al mundo, a no ser que vuestras logias tengan garantizado el relevo generacional o que ya os vaya bien ese desconocimiento de la institución para que se acerque a vosotros quien realmente pueda aportar algo interesante.

No me hagáis mucho caso. Yo no he venido aquí para sugerir campañas ni opinar al respecto, nada más lejos de mi intención. Yo he venido a ver a mi sister, a rendirle homenaje a la amistad, a compartir con vosotros lo que pienso sobre la masonería y a felicitaros por el décimo aniversario de vuestra logia. Y me siento feliz.!

Muchas gracias !

 

Articles relacionats

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *